Cuando la nostalgia es el combustible

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lunes, 11 de octubre de 2010

Messerschmitt Tiger TG500 1958

De todos mi preferido, aunque lejos de ser el más oneroso, es el que mas simpatía despierta y es que en el mundo de los autos, si hubiera que hacer un paralelismo con el reino vegetal comparando un súperdeportivo con una flor exótica... Este auto debería compararse con un bonsai.


 Y es que su cuna no fué la más feliz, nacido en Alemania en la post guerra limitado por los materiales para su construcción, preparado para un mundo de escasez, y apuntado a un consumidor que como el grueso de la población en ese entonces no tenía un mango.


Y si se pasean por sus formas verán que mucho tuvo de improvisado, Messerschmitt quien lo fabricaba otrora en plena guerra hacía los más sofisticados aviones de combate y ahora se encontraba haciendo "microcoches" junto a BMW con su famoso "ratoncito" y otras marcas como Vespa o DKW que también competían en el mismo segmento.


Y como puede adivinar su "herencia" aeronáutica se ve en el usos de los espacios, un biplaza pero con dos asientos en tándem (uno detrás del otro) y una sola escotilla que habría hacia un lado como la cabina de un avion de combate hacia un lado, es más ésta versión que ve sería la más sofisticada, la "Top de línea" ya que los demás tenían una sola rueda en la parte posterior.


Y como última vuelta de tuerca, que más lindo que imaginarlo en su esplendor con ojos de quién lo soñó tener mirándolo tras un vidrio en una concesionario alemán, las cosas que se habrían imaginado...

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